sábado, 11 de febrero de 2012

La tertulia vuelve a Sicilia.




Aunque hace meses que tenemos abandonado este lugar virtual para las reflexiones escritas, la tertulia literaria ha continuado celebrándose con regularidad, es más, estamos muy cerca de cumplir cinco años desde que a Javier Bataller -o a Manuel Fernández, que ésta es cuestión todavía sin resolver- se le ocurrió que los libros serían una buena excusa para beber cerveza en abundancia sin tener mala conciencia.

Nuestra última reunión se dedicó a Andrea Camilleri, a una de sus obras de la famosa serie del comisario Montalbano –“El perro de terracota”-; para el evento decidimos acudir a un restaurante de nuestra localidad en el que pudimos disfrutar de una comida que fue, al menos, tan celebrada como las que le prepara su eficaz cocinera al inteligente investigador siciliano. Eso sí, en lugar de comer a la italiana optamos por las especialidades de nuestra tierra, particularmente un arroz al horno del que dieron buena cuenta Joan Benavent y Javi con una voracidad tal que no perdonaron ni la cabeza de ajos.

Se habló de novela negra, por supuesto, y también de las “negras tormentas que agitan nuestros aires”. Dejo a Javier, más ducho en cuestiones numéricas, el comentario sobre la valoración de la novela, aunque puedo avanzarles que no quedó incluída en el círculo del infierno reservado a la literatura de consumo, ni siquiera en el purgatorio de los autores que serán perdonados tras un periodo de contrición.

4 comentarios:

  1. Por mi parte, me comprometo a sacar algunas conclusiones respecto a lo comentado sobre Camilleri, incluso añadiré alguna obra de las que quedan fuera tras la democrática selección de libros a analizar. Espero que alguno de mis ilustres compañeros, dotados todos ellos para la retórica pero remisos a la exposición pública, decida exponer sus opiniones.

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  2. Veo que Juan no ha perdido un ápice de sus habilidades (mordacidad entre otras) con la escritura. La nota de Camilleri fue un honroso 6,6, más todavía si tenemos en cuenta las reticencias de algún sector de la tertulia que consideraban la novela negra literatura de segunda fila (polémica servida, ¿alguien morederá el anzuelo?). Por cierto, que fue Juanfe (me niego a llamarlo Joan) el que se comió todos los ajos.

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  3. ¡Maldita sea! Compruebo con envidia que seguís refrescándoos el gaznate y aliñándoos el aliento con la excusa de la literatura.
    No conozco al autor que habéis leído, pero me lo apunto. Informadme, por favor, de vuestra próxima lectura. Querría intentar volver a ser un lector al menos mediocre.

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  4. Hola Manuel. Compruebo también yo que no indiqué en la reseña el autor que hemos elegido este mes. Pues mira, autor español, acogido con ciertas reticencias aunque yo hablé elogiosamente de alguna otra de sus obras y JuanFe mostró entusiasmo por su faceta de articulista: Es Félix de Azúa, el "Diario de un hombre humillado", especie de continuación de la divertidísima "Historia de un idiota contada por él mismo". A mi me pareció que eso de humillados e idiotas venía bastante al caso en estos tiempos que corren. Veremos lo que da de sí.

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