sábado, 14 de noviembre de 2015

La tertulia se aproxima a "El Reino".

….sin llegar a entrar, porque El Reino de Dios no quiere a individuos poco recomendables que prefieren, como Maquiavelo, la animada discusión sobre los misterios de la existencia al canto suplicante de los devotos.

Pero sí, aquí estamos, no nos habíamos ido, sigue existiendo un núcleo duro que mantiene la disciplina mensual en torno a nuestro particular reino de la cerveza. Y a pesar de deserciones sonadas esperamos cumplir en breve nuestra primera década de existencia, para cuya celebración aspiramos a una reunión en una abadía cervecera, en el café Gijón o en una terraza berlinesa o de Praga si la administración hace caso al eminente filósofo y podemos aumentar nuestra soldada denunciando a malos compañeros.

La última reunión no fue, sin embargo, en la cervecería setabense que nos sirve de sede sino en la casa del fundador de la tertulia -otras fuentes hablan de fundador apócrifo que robó la gloria al verdadero artífice-, donde fuimos obsequiados con el arroz al horno que pueden contemplar si bajan un poco la vista hacia el final del comentario. La comida sirvió de excusa -o al contrario- para hablar del último libro de Carrere, hubo controversia y división de opiniones, se habló de San Pablo y de ética cristiana. No hubo acuerdo, como era de esperar, porque afortunadamente a cada uno de nosotros nos interesan cosas diferentes y solo coincidimos en que queremos escuchar lo que opinan los demás. A la próxima volvemos a la ciencia ficción, Javier Bataller tendrá que volver a recordarnos que no es un género de puro entretenimiento ni el resultado de las elucubraciones de escritores próximos al delirio, mientras que Juan Fe arrojará sombras sobre el interés de las crónicas marcianas. Al final siempre nos divertimos más cuando entramos en combate que cuando reverenciamos la grandeza de los clásicos.

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